Cómo mejorar la seguridad y privacidad para clínicas
La seguridad de las clínicas está condicionada por el manejo de datos sensibles de pacientes: pruebas médicas, diagnósticos, tratamientos, etc. Por eso, para mejorar la seguridad y privacidad, algunos programas de gestión de clínicas ayudan a cumplir con una serie de buenas prácticas para tratar esta información.
#1 La nube
La seguridad de los datos de nuestros pacientes es un tema muy delicado, por eso debemos seleccionar la forma adecuada para almacenarlos.
Hay 3 opciones:
- En papel: Guardar los historiales clínicos de nuestros pacientes en papel es el método más arriesgado. Es muy fácil de extraviar y también corremos el riesgo de que los papeles se mojen o se quemen si ocurre algo en nuestra clínica. Además, la organización de los mismos nos quitará tiempo para otras tareas.
- Programas instalados: Podemos comprar un software e instalarlo en el ordenador. El problema de estos programas es que nos hacen depender del ordenador en el que están instalados. Si este se estropea no tendremos copias y podemos llegar a perder toda la información.
- Programas en la nube: Con un programa de gestión médica en la nube tenemos copias de seguridad automáticas, por lo que podremos recuperar nuestros datos incluso si los eliminamos por error o si el ordenador con el que trabajamos se estropea. Esto hace que los datos de nuestra consulta estén más seguros en un programa alojado en la nube que en uno que requiera instalaciones y, por supuesto, mucho más seguros que en papel dentro de una carpeta.
#2 Certificaciones: LOPD, RGPD y más
Para cumplir con los requisitos y mejorar en cuanto a seguridad y privacidad existen varias certificaciones que demuestran a los clientes que sus datos en las clínicas estarán protegidos:
- El certificado SSL nos garantiza un acceso cifrado y seguro
- La ISO 27001 es un estándar para la seguridad de la información
- La normativa Europea RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) o su versión en España: la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos)
#2 Certificaciones: LOPD, RGPD y más
Para cumplir con los requisitos y mejorar en cuanto a seguridad y privacidad existen varias certificaciones que demuestran a los clientes que sus datos en las clínicas estarán protegidos:
- El certificado SSL nos garantiza un acceso cifrado y seguro
- La ISO 27001 es un estándar para la seguridad de la información
- La normativa Europea RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) o su versión en España: la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos)
#3 La privacidad del paciente
La confidencialidad es un aspecto esencial de la relación entre los profesionales de la medicina y sus pacientes. Numerosas normas legales — como la LOPD e incluso el Código Penal— obligan al secreto profesional, imponiendo en algunos casos duras sanciones. Por eso, los documentos de nuestros clientes son estrictamente confidenciales.
Debemos asegurarnos de que nuestro software en la nube nos permita configurar los accesos de la plantilla a la información de los pacientes. De tal forma que solo aquellos profesionales que trabajen con el paciente, puedan tener acceso a su historia clínica.
#4 Transparencia con el paciente
El cliente tiene derecho a solicitar su historia clínica, es decir, su historial de enfermedades y problemas médicos. Aquí entra en juego el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica 3/2018 (LOPD).
Según estas normativas, el cliente tiene derecho a dirigirse al centro de salud, médico o centro sanitario y solicitar una copia de la información completa de su historia clínica. Esta copia se debe facilitar en un plazo de un mes y de forma gratuita.
Algunos programas de gestión clínica, como Docfav, ofrecen un panel del cliente para que nuestros pacientes puedan iniciar sesión y acceder a su historia clínica en cualquier momento.
#5 Videoconsultas seguras
Si necesitamos atender citas a remoto, debemos buscar un software con videollamada integrada. Es mejor evitar herramientas como Skype o Zoom y utilizar directamente el software para clínicas. Estos productos son más específicos para nuestras necesidades como profesionales de la salud y además son más seguros y privados.